Estudiantes Seleccionados para el VI Taller de Crítica Cinematográfica Encuentro Cartagena 2012 dirigido por el reconocido Director y editor del sitio web otroscines.com Diego Batlle.
"Yo nunca voy a ser escritor ni cineasta famoso. Lo único que yo quiero es dejar un testimonio, primero a mi de mi, luego a dos o tres personas que me hayan conocido y quieran divertirse con las historias que yo cuento..." Andrés Caicedo. Carta a Carlos Mayolo (enero 13 de 1972)
El Cine Club Paradisso, es un espacio abierto al público, porque es totalmente gratuito, y uno de sus objetivos es difundir los films que no llegan a las pantallas nacionales, o si a si fuese por lo menos a Viterbo Caldas en particular, no sería posible por la ausencia de una sala de cine, pues hace más de dos décadas, que dejó de funcionar, pero el que más me interesa en particular, es el de formación de públicos a través del audiovisual, indispensable para que nuestro festival perdure en el tiempo, y nos veamos reflejados en la pantalla grande, porque estamos cansados de tantos melodramas, noticiarios y concursos televisivos. Por eso y mucho más, me tomo el atrevimiento de escribir un artículo semanal de los films que semanalmente se proyectarán en La Galería Yurupari Arte Panesso, de Viterbo Caldas. Y esta semana el turno es para un film de Sebastián Borensztein y esta divertida y convomedora historia Un cuento Chino, espero que lo disfruten y me den una opinión.
"BABEL" 2006
Por: Luis Garzón
"Futuro Imperfecto"
El equipo de director y guionista formado por Alejandro González Iñarritu y Guillermo Arriaga nos ofrecen el tercero, y, su debemos hacer caso a los rumores que apuntan a la existencia de desavenencias personales, último capitulo de su saga de historias entrecruzadas. Pero a diferencia de Amores Perros y de 21 gramos, el centro de la historia en este caso no es un accidente automovilístico sino un rifle, metáfora perfecta del miedo al terrorismo en el mundo actual.
"Un caramelo envenenado"
“UN CUENTO
CHINO” 2011.
Por: Luis Fernando Muñetón Ramírez.
Director:
Sebastián Borensztein
Guion: Sebastián
Borensztein
Música: Lucio
Godoy
Fotografía:
Rolo Pulpeiro
Reparto: Ricardo Darín, Ignacio Huang, Muriel Santa Ana, Iván Romanelli, Vivian Jaber, Enric Cambray, Pablo Seijo, Joaquín Bouzas
Por: Luis Fernando Muñetón Ramírez.
“Un cuento Gaucho de un hombre solo”
A pesar de la sugestión de su
título y las imágenes de su poster principal, “un cuento chino” más que una comedia rebuscada es una gran historia
sin excesos de prolijidad gracias a la
meticulosidad y rigor con la que Sebastián
Borensztein aborda el guion de este interesante film, una estructura narrativa muy bien lograda, pues de comienzo a
fin se percibe la verosimilitud de sus acciones, que funciona como una
maquinita de reloj siempre en constante avance, sin perder el ritmo y con un
cierre magistral, una historia circular muy atípica en nuestra cinematografía
latinoamericana, con una excelente dirección de arte que nos desconecta casi por
completo de la temporalidad de la historia haciendo que percibamos que el
tiempo nunca a transcurrido en la vida de Roberto; una trama cargada de un
humor negro y cruel pero fino, que en el fondo está muy comprometida con la
racionalidad.
En el transcurso de la trama,
constantemente el director hace una especie de guiños a la argentinidad, a su
historia pasada y reciente, a su actual corrupción, sus costumbres y en general
la cotidianidad que caracteriza a los porteños
que viven una vida misántropa como si no fuera con ellos, una serie de interesantes
y a la vez absurdas historias sacadas
del periódico, que a manera de fábula
Roberto va recreando y en las que implica a personajes
que en su vida diaria se le van cruzando transformándolos en protagonistas de las tragedias allí
implícitas, consiguiendo que el
espectador disfrute de ambas y la risa surja de la brecha que hay entre ambos
personajes.
La trama parte de una serie
de disparatadas situaciones que comprometen a sus dos personajes principales; Roberto
interpretado por el histriónico actor Argentino Ricardo Darín, un solitario porteño cincuentón dedicado al oficio
de Ferretero, meticuloso, ordenado y malhumorado que no ve más allá de su
negocio, y que por cuestiones del destino su vida se ve truncada cuando sale de
la nada y en medio de la urbe
Bonaerense Huang, un desconocido de ojos rasgados que no pronuncia ni una
palabra en castellano y lo único que inspira es compasión.
Sus vidas circulan en medio
de una aparente dualidad que poco a poco
va generando unos lazos fuertes entre ambos personajes y en medio de
acontecimientos tragicómicos y disparates idiomáticos, la trama se va tornando
más melodramática y conmovedora, en últimas se trata de dos personajes
solitarios y de carácter justiciero con muchas cosas en común, que como en todas
las fábulas nos demuestran que en medio de la apariencia de las cosas, todos
estamos conectados en el universo, en este caso una vaca es el eje conductor que termina conectando esta historia de
tragedias y humor, en un idílico homenaje al amor.
"BABEL" 2006
Director: Alejandro González Iñarritu
Guion: Guillermo Arriaga; basado
en un argumento de Guillermo Arriaga y Alejandro González Iñárritu.
Interpretes: Brad Pitt, Cate Blanchett, Rindo Kikuchi, Adriana Barraza, Gael Garcia Bernal
País: USA.
Duración: 120 minutos
Por: Luis Garzón
"Futuro Imperfecto"
El equipo de director y guionista formado por Alejandro González Iñarritu y Guillermo Arriaga nos ofrecen el tercero, y, su debemos hacer caso a los rumores que apuntan a la existencia de desavenencias personales, último capitulo de su saga de historias entrecruzadas. Pero a diferencia de Amores Perros y de 21 gramos, el centro de la historia en este caso no es un accidente automovilístico sino un rifle, metáfora perfecta del miedo al terrorismo en el mundo actual.
Babel toma su nombre la mítica torre bíblica. Los hombres decidieron construir una torre que llegara hasta el cielo para ser como Dios. Pero Dios los castigó haciendo que hablasen lenguas diferentes y el proyecto fracasó. Nuestra torre de Babel hoy en día es la globalización, que hace que lo que sucede en alguna parte del planeta pueda tener efectos en el otro extremo del globo. Y todo ello sin que disminuyan la incomprensión y los malentendidos causados por el hecho que nosotros hablemos lenguas diferentes (estamos socializados en países con tradiciones sociales y políticas muy diferentes) y no nos entendemos.
Una pareja de turistas norteamericanos de viaje por Marruecos para intentar superar la muerte de uno de sus hijos (Brad Pitt y Cate Blanchett), dos chicos marroquíes que juegan con un rifle, una niñera mexicana (Adriana Barraza), y su sobrino (Gael Garcia Bermal) y una chica japonesa sordomuda y su padre, con quien tiene una relación difícil, ven sus vidas conectadas por una bala perdida. El incidente hará emerger los miedos y las incomprensiones que hacen que las personas podamos ser a la vez víctima y verdugo. Todo el mundo puede ser racista y a la vez víctima del racismo porque la diferencia está tan solo en el poder que tienen las personas de imponer el narcisismo de sus diferencias. La incomprensión y la incomunicación son el rasgo más característico de un mundo donde todo está, en principio, cada vez más interconectado.
Los temas de Babel son temas universales pero que aquí adquieren una dosis suplementaria de dureza por el carácter incidental de la conexión entre los personajes. En el mundo de la globalización, las personas están cada vez mas unidas por la facilidad con la que es posible para las mercancías y la información desplazarse de un punto al otro del planeta, pero ello no significa que la comprensión y la compasión se trasladen con la misma facilidad. Iñarritu parece dar en esto la razón a Huntington, el choque de civilizaciones estaría cada vez más cerca. La esperanza, si es que hay, vendría del personaje japonés, que nos muestra que, a pesar de la sordera, es posible abrirnos al próximo.
Destaca especialmente la descarnada manera de mostrar la xenofobia en la historia de los turistas norteamericanos en Marruecos. Las mismas personas que supuestamente han hecho un viaje a Marruecos para conocer otra realidad y otras maneras de vivir protestan tan pronto como un incidente trágico hace que entren en contacto con la vida real de los habitantes del país. Mientras tanto, la niñera mexicana, que ha decidido llevar a los niños de la pareja americana a una boda a México, se verá involucrada en problemas por la incomprensión de un policía fronterizo y el propio miedo de su sobrino.
Nota del autor: Reseña publicada originalmente en lengua catalana en el Número 36 de “Ambits de Política i societat”, la Revista del Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Cataluña. (p.79)
“EL QUINTETO DE LA
MUERTE” 1955
Director: Alexander Mackendrick
Guion: William Rose
Música: Tristam Cary
Fotografía: Otto
Heller
Reparto:
Alec Guinness, Kate Johnson, Herber Lom, Peter Seller, Dany Green, Jack
Warner, Katie Johnson.
Por: Luis Fernando Muñetón
Ramírez.
En julio de 1940 la Luftwaffe (Fuerza Aérea Alemana), propinó
una serie de bombardeos aéreos sobre Inglaterra con el objetivo de invadir el
espacio aéreo de Gran Bretaña, pero
a pesar del daño causado, la nación resistió y logró la primera gran derrota
contra el III Reich comandado por Adolf Hitler, hecho que más adelante
desataría La Segunda Guerra Mundial,
un oscuro capítulo en la historia de la humanidad que trajo consigo muchos
cambios en la sociedad de ese momento, y especialmente en Inglaterra que en la
postguerra se dedicó a sacar partido de su situación y a través de los Estudios Ealing produjo una serie de
comedias con muy bajo resultado; pero con El
Quinteto de la Muerte de Alexander
Mackendrick logró un cierre magistral.
Una maravillosa obra con una
nominación al Oscar como mejor guion
original en 1956, que nos trae a la
memoria las consecuencias de la guerra de una manera cómica, un golpe
perpetrado a un banco resaltando la depresión económica del momento, los resultados de los daños a causa de los
bombardeos se pueden notar en la arquitectura surrealista de la casa de la
señora Wilberforce y la forma particular de llamar a sus aves con
nombres alusivos a cargos militares; son algunas de las situaciones que hacen
de este film una verdadera comedia
al mejor estilo Inglés; que a pesar del paso del tiempo aún sigue consiguiendo
sacar una que otra carcajada, por lo menos en mi caso a funcionado un poco más
que en el remake de los hermanos Coen de 2004.
Un film cargado de humor negro y situaciones disparatadas que
engrandecen su trama, la cual nos narra la historia de una banda de asaltantes
de banco encubiertos en la coraza de un quinteto de intelectuales dedicados a la música de
cuerdas, que deciden llevar a cabo su plan macabro desde la casa de la señora Wilberforce, una ingenua anciana que se
involucra por completo en el plan, pero al final los delincuentes terminan
siendo víctimas de su propio imperio y la pobre viejecita se sale con la suya.
Es de resaltar la magnifica
dirección de actores por parte de Mackendrick
y sobre todo una mención especial a Katie
Johnson interpretando a esta entrañable e inocente señora Wilberforce, personaje principal de la
historia que la hizo merecedora de dos premios BAFTA como mejor actuación en 1955, sin dejar de lado el gran
colorido y dirección de arte de Otto
Heller, y la impecable y emotiva banda sonora de Tristam Cary; en fin una obra
maestra de la historia del cine y la comedia mundial que nos enseña que “al mal
tiempo buena cara”.
“SOLO CONTRA TODOS” 1998
Director: Gaspar Noé
Guion: Gaspar Noé
Fotografía: Dominique
Colin
Reparto: Philippe Nahon, Blandine Renoir, Frankie Pain, Martine Audrain, Jean Francois
Rauger
Género: Thriller - Drama
Duración: 88 Minutos
Por: Luis Fernando Muñetón Ramírez.
Muchas veces como espectadores
nos disponemos a ver un film esperando encontrar un drama humano que nos haga
reflexionar o pasar un buen rato, y basta, pero Gaspar Noé, en su ópera
prima Sólo contra todos, se llena de
valentía y nos encara para refutarnos que la verdadera libertad de un hombre es
cuando decide vivir para si mismo y no para los demás, un film que en vez de pretender dar juicios sobre la moral y la
justicia, o sobre lo que es bueno o malo, más bien nos trasmite el relato de un
personaje sin nombre que busca remover la mayoría de las conciencias posibles;
un Carnicero fracasado de los
suburbios proletarios de Lille en los años 80, con un pasado perturbado narrado
en voz en off y postales sacadas de un archivo policíaco.
Un film con sello propio que
inicia con la palabra MORAL en un
rotulo negro, recurso que el director acostumbra a utilizar en la mayoría de
sus films, con la intención de
recordarnos las cosas a maneras de verdades que chocan con el espectador, frases
con las que el protagonista lucha contra la moral que compartimos como sociedad;
“Vivir es un acto egoísta, sobrevivir es una ley genética”, para al final
convertirse en un defensor implacable de su propia moral.
Noé nos adentra progresivamente a lo largo de la historia con una
serie de símbolos en intervalos como el túnel y la vejez: “La vida es como un
túnel, y a cada uno su propio túnel, pero al final del túnel, ni siquiera hay
una lucecita. Así es, hay nada. Hasta la memoria se descompone… hacia el
final. Los viejos lo saben bien, una
pequeña vida, pequeños ahorros… pequeña jubilación y luego una pequeña tumba. O
el tema del dinero que se maneja en todo el trascurso del film, dónde el
personaje cada vez más carece de éste, y se ve en un estado de acorralamiento por
parte de la sociedad que lo va rechazando
poco a poco a medida que sus bolsillos van quedando vacíos.
Un planteamiento visual y sonoro muy interesante por
parte del director que nos adentra en la mente del Carnicero por medio de sonidos estridentes, que se escuchan como cuerdas
y disparos, fundidos a negro que no cambian de locaciones o situaciones, como
lo hacen usualmente la mayoría de los directores, sino que pasa de primerísimos
planos a planos medios y generales para contarnos que nada cambia ni se
sostiene, consiguiendo así que el espectador sienta el mismo estado claustrofóbico
y de paranoia en los que vive el personaje
principal de la historia.
Una estructura narrativa sofisticada
que en pleno desenlace, antes de entrar en la parte violenta nos advierte en un
rotulo negro, que tenemos 30 segundos para abandonar la proyección, pero que
verdaderamente es lo que menos quiere Gaspar,
pues en este punto la trama nos atrapa más y luego nos arroja bruscamente a un
final casi feliz, o como dirían otros escritores, nos regala más bien “un caramelo envenenado”, que nos sigue
recordando que el hombre tiene una moral, pero que no es la misma que el
comparte.
“SOÑADORES”
2003
Dirección: Bernardo Bertolucci.
Países: Reino Unido, Francia e Italia.
Año: 2003.
Duración: 120 min.
Interpretación: Michael Pitt (Matthew), Eva Green (Isabelle), Louis Garrel (Theo), Robin Renucci (Padre), Anna Chancellor (Madre), Florian Cadiou (Patrick).
Guión: Gilbert Adair; basado en su novela "The holy innocents".
Producción: Jeremy Thomas.
Fotografía: Fabio Cianchetti.
Montaje: Jacopo Quadri.
Dirección artística: Jean Rabasse.
Vestuario: Louise Stjernsward.
Estreno en España: 17 Octubre 2003.
Países: Reino Unido, Francia e Italia.
Año: 2003.
Duración: 120 min.
Interpretación: Michael Pitt (Matthew), Eva Green (Isabelle), Louis Garrel (Theo), Robin Renucci (Padre), Anna Chancellor (Madre), Florian Cadiou (Patrick).
Guión: Gilbert Adair; basado en su novela "The holy innocents".
Producción: Jeremy Thomas.
Fotografía: Fabio Cianchetti.
Montaje: Jacopo Quadri.
Dirección artística: Jean Rabasse.
Vestuario: Louise Stjernsward.
Estreno en España: 17 Octubre 2003.
Por Luis Fernando Muñetón Ramírez
“Los sueños primaverales
de Bertolucci”
Indudablemente
el mayo del 68, fue un acontecimiento que marcó la vida de muchos jóvenes de
espíritu libertario que aún conservaban la esperanza de transformar el mundo,
una época dónde los ideales políticos tenían sentido, quien más que Bertolucci para reflejárnoslo, un director con alma rebelde y con
un profundo amor y compromiso por su oficio, y quien se declara francófilo por
excelencia, pues en la mayor parte del
film nos cautiva con guiños y homenajes al arte, al cine clásico francés y especialmente enfatiza la
cinematografía de Godard y la Nueva Ola.
Un film basado en la obra literaria “The Holy Innocents” que no se cuenta al pie de la letra, Bertolucci nos narra las primaveras de Paris, las del
despertar político y social de la misma ciudad, pero sobre todo la primavera
sexual de este trio de jóvenes abnegados de espíritu revolucionario, donde
aflora la falacia de la burguesía
acomodada, que se escondía en las
represiones, dudas, inmadurez y las apariencias del materialismo, logrando al
final encontrar un refugio en el séptimo arte; quizá en la parte que el director utiliza el
recurso de la sexualidad para darle un ritmo ágil al guion, la trama se torne
sobrecargada sin trascender demasiado, y el manejo tan inocente del tema
revolucionario hace que la historia carezca de verosimilitud, y se respire el ambiente falseado poco inusual en un director tan evocador como
Bertolucci.
Soñadores devela una
serie de acontecimientos en paralelo que
ocurrieron en la Francia del 68, que dejaron una marcada huella en los que
vivieron en carne propia los hechos, y
que en últimas nos da indicios que el único soñador real es el mismo Bertolucci.
Bertolucci nos invita a volver a vivir, a luchar
incansablemente por el derecho de ser libres, como decía el célebre filosofo Jean-Paul
Sartre “Sea cual sea el régimen, a los estudiantes que son jóvenes, que sienten
que todavía no han entrado en el sistema que les han preparado sus padres y en
el que no quieren entrar, lo único que les queda es la violencia. Dicho de otro
modo, no quieren concesiones, no quieren que les arreglen las cosas, que se les
satisfagan pequeñas reivindicaciones para, de hecho, acorralarles y hacerles
seguir las reglas; hacerles ser, como les decía, dentro de 30 años, un
viejecito utilizado como su padre”.
“EL
HOMBRE ELEFANTE” 1980.
Título: El Hombre Elefante
Título original: The Elephant Man
País: USA
Productora: Paramount Pictures
Director: David Lynch
Guión: David Lynch, Eric Bergren, Christopher De Vore
Título original: The Elephant Man
País: USA
Productora: Paramount Pictures
Director: David Lynch
Guión: David Lynch, Eric Bergren, Christopher De Vore
Fotografía: Freddie Francis
Reparto: Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Freddie Jones, Michael Elphick, Hannah Gordon, Helen Ryan
Reparto: Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Wendy Hiller, Freddie Jones, Michael Elphick, Hannah Gordon, Helen Ryan
Por Luis Fernando Muñetón
Ramírez.
“TINTA ROJA” AÑO 2000.
“¡No! ¡No soy un elefante! ¡No
soy un animal! ¡Soy un ser humano! ¡Soy una persona!” - John Merrick
Lejos de caer en clichés innecesarios, David Lynch en su segunda entrega como director de cine, aborda con
absoluto respeto por la dignidad humana, la historia de Joseph Merrick, el mal llamado “Hombre Elefante”, que se extendió entre 1860 y 1890 en la época
victoriana, en pleno auge de la revolución Industrial. Con un excelente manejo
de la iluminación en claroscuros, y una fotografía en blanco y negro muy sutil
y natural, por parte del experimentado director de fotografía Freddie Francis, el film logra
transmitir una atmósfera densa, hostil y feista de la sociedad, pero a medida
que avanza la trama se erige como un canto a la vida y la lucha de un ser
asombroso.
Merrick pasa del infierno a las
estrellas, y en medio de la oscuridad alcanza
su brillo; y decide dormir como las personas normales, al lado de un
portarretratos; es en este aspecto que Lynch
nos sorprende con su desbordante sensibilidad al tratar un tema tan penoso y desolador
sin caer en la exageración y la parodia; propios de la mayoría de los melodramas;
por el contrario nos narra con la mayor elocuencia y veracidad posibles los
verdaderos hechos de un personaje maltratado en medio de la marginalidad por un
aprovechado director de espectáculos de Freaks,
y la sociedad en general dispuesta a deleitarse de manera morbosa con las rarezas
y tragedias de los demás, Lynch devela su gran influencia de Tod Browning y su mirada compasiva a
través del personaje de Treves.
A medida que avanza la historia el personaje John Merrick va pasando de negro a
blanco en la paleta monocromática de colores, un verdadero trabajo de caracterización de personajes muy
bien interpretado por John Hurt, sin menospreciar al
reconocido Anthony Hopkins, que cada
vez nos sorprende más.
Una obra maestra que nos demuestra que el cine podría ser el mayor de
los artes, con imágenes oníricas y planos rodados con sencillez, atmósferas
densas como su trama, un homenaje a lo eterno, como lo apreciamos en su epílogo
en voz en off. “¡Nada…
nada morirá jamás!, la corriente sigue su curso, el viento sopla, la nube vuela
ligera, el corazón palpita”.“TINTA ROJA” AÑO 2000.
Director: Francisco Lombardi
Guion:
Giovanna Pollarolo (Novela: Alberto Fuguet)
Música: Bingen
Mendizábal
Fotografía: Teo
Delgado
Reparto: Gianfranco Brero, Giovanni Ciccia, Fele Martínez, Lucía Jiménez, Carlos Gassols, Yvonne Frayssinet, Gustavo Bueno, Tatiana Astengo
Productor: Coproducción Perú-España; América
Producciones / Tornasol Films / Producciones Inca Films
Pais: Perú.
“Filosofía
de Calle, con un poco de rojo”
Por: Luis Fernando Muñetón Ramírez.
Con
un flashback bastante cargado de sabor y folklore sureño, Tinta Roja Inicia sus
cien minutos sobrecargados de corrupción, patetismo, amor, pero sobre todo una
verdadera lección de periodismo sensacionalista, del mismo que estamos acostumbrados
a digerir día a día hasta los más estudiados colombianos, porque como lo
menciona Saúl Faúndez en una de las secuencias de la película, “sangre!...eso es lo que más nos gusta”. Poco a poco, como en plano secuencia, Alfonso,
un joven periodista en práctica, va reportando anécdotas cargadas de intriga,
sexo, droga, accidentes, suicidios, que día a día llenan las páginas de crónica
roja del diario el Clamor. Tinta Roja es
una historia dónde los más altos extremos de la degradación social se
entremezclan con los más hondos sentimientos humanos, amor con droga, fatalidad
con tristeza, filosofía con crimen, para reconfigurar una ciudad llena de
individuos a la espera de saciar sus ansias con dolor ajeno.
Lombardi nos muestra dos historias en paralelo, de Saúl y Alfonso “Varguitas”, ambas con la misma fuerza e importancia en la trama de la historia, un guion casi perfecto, con dos ejes narrativos que le dan contundencia dramática a la historia, por un lado vemos la relación de paterna que se establece entre el jefe y el aprendiz, y por el otro la transformación de un inocente estudiante universitario, que va perdiendo su anhelo de ser escritor intelectual como su ídolo Vargas Llosa, para convertirse en el más amoral de los periodistas; pero que al final termina por ser un fiel testimonio que deja plasmado en su obra literaria que va construyendo mientras cumplía con su labor de practicante universitario.
Lombardi nos muestra dos historias en paralelo, de Saúl y Alfonso “Varguitas”, ambas con la misma fuerza e importancia en la trama de la historia, un guion casi perfecto, con dos ejes narrativos que le dan contundencia dramática a la historia, por un lado vemos la relación de paterna que se establece entre el jefe y el aprendiz, y por el otro la transformación de un inocente estudiante universitario, que va perdiendo su anhelo de ser escritor intelectual como su ídolo Vargas Llosa, para convertirse en el más amoral de los periodistas; pero que al final termina por ser un fiel testimonio que deja plasmado en su obra literaria que va construyendo mientras cumplía con su labor de practicante universitario.
El director nos devela que antes de ser cineasta
fue periodista, pero no se limita a mostrarnos progresivamente la degradación de
la labor del reportero de crónica roja habitual, sino que finalmente termina por darnos una
lección de valores que imprimen un toque de moral, que entre otras cosas, eso es lo que hace que
el film tenga un giro bastante brusco y le reste solidez a su guion inicial. Es de destacar la interpretación de Gianfranco
Brero (Saúl Faúndez), con bastante carácter y humor negro, que en el tiempo de
ausencia en la trama, dejo huérfanos al resto del reparto. Un film que nos deja muchas lecciones, como lo mencionaba uno de sus personajes, “el
periodismo y la prostitución se aprenden en la calle”.
“PARIS TEXAS”: 1984
“PARIS TEXAS”: 1984
Director: Wilhelm Wim Ernst Wenders
Guion: Sam Shepard
Música: Ry Cooder
Fotografía: Robby Müller
Reparto: Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski, Dean Stockwell, Aurore Clément, Hunter Carson,Bernhard Wicki
Coproducción
Alemania-Francia
"Un viaje hacia el interior de la vida misma"
Paris Texas: una
historia gris llena de color pero que resplandece en medio del paisaje Texano, nos pone de manifiesto que nuestros caminos se ven truncados por situaciones
que a veces son necesarios para redescubrirnos, y retomar de nuevo el camino
para saldar nuestros propios errores, y es ahí dónde Wenders logra cautivarnos
con esta emotiva historia llena de sentimientos ocultos, lágrimas y tristezas, pero
llena de calidez y mucho color; esto lo
podemos apreciar durante todo la travesía que emprenden Travis y su hermano por
todo el desierto de Mohave.
Como todas las road
movies, esta nos plantea un viaje, y dentro de un viaje ocurren infinidad de
películas, y en esta inmensidad de películas, Paris Texas es una entre un
millón, porque no es el viaje que emprenden dos hermanos por una carretera
desierta llena de polvo y soledad, es el
viaje al interior de un ser decadente y atormentado que se ve obligado a
retomar de nuevo el camino que había dejado a un lado por temor a enfrentar sus
propios fantasmas y miedos, consiguiendo al final un estado de reposo y
tranquilidad en sus personajes y el público en general, y de eso se trata la vida, de un viaje; un viaje sin retorno que a
veces nos ofrece oportunidades que no podemos despreciar.
Un film cargado de
emotividad y verdadera sensibilidad, donde la ausencia de diálogos prevalece,
salvo en la escena intimista en el peep- show, donde las palabras son precisas,
al mejor estilo de los grandes del cine, donde se destaca la maravillosa
interpretación de Harry Dean Stanton, un gran actor
infravalorado a pesar de su extensa
participación en films de reconocimiento como El Padrino, de Francis Ford Coppola, entre otras; con una
banda sonora que se compagina muy bien con la historia de pérdidas y fracasos, de
azar y redención, haciendo de éste el metraje más importante de la filmografía
de Wenders.
En el trasegar de la vida, continuamente
experimentamos cambios trascendentales para nuestra existencia, con todos son
altibajos posibles, que de alguna manera nos ayudarán a reconocernos como individuos;
ese es el eje conductor que nos
plantea Win Wernders en Paris Texas, un
drama que retrata de una manera majestuosa los paisajes arenosos de Texas,
combinados con las historias vacías y decadentes de los ciudadanos
latinoamericanos de los años 80s. Una merecida Palma de oro a mejor director en el
Festival De Cannes, de 1984.
“HISTORIAS MÍNIMAS” 2002
Director: Carlos Sorin.
Guión: Pablo Solarz.
Producción: Martín Bardi.
Música: Nicolás Sorín.
Fotografía: Hugo Colace.
Montaje: Mohamed Rajid.
Guión: Pablo Solarz.
Producción: Martín Bardi.
Música: Nicolás Sorín.
Fotografía: Hugo Colace.
Montaje: Mohamed Rajid.
Países: Argentina y España.
Año: 2002.
Duración: 92 min
Año: 2002.
Duración: 92 min
“Una obra que se hace grande, a pesar
de sus pequeñeces”
Por: Luis Fernando Muñetón Ramírez.
Pocas
veces en el cine de nuestro continente y especialmente en Argentina podemos apreciar
un film comprometido, que refleje nuestras propias vivencias, debido al rigor
del mercado cinematográfico de consumo, dónde lo que prima son películas en las
que pasa todo lo que no ocurre en la vida real; todo lo contrario nos plantea
Carlos Sorin en “Historias Mínimas”, una obra entrañable y entretenida que nos
acerca más a la cotidianidad, historias
de vida creíbles, a pesar de ser ficciones nos conecta todo el tiempo con su
línea argumental, gracias al trabajo de actores, en su mayoría no profesionales, lo cual le da
un toque de frescura y sencillez a su trama, sin ataduras, llegando incluso a valerse de su espontaneidad
para salirse un poco de la estructura del guion.
Como sacadas de una colcha de retazos, con todos sus colores y matices, “historias mínimas” bajo el puño y letra de Pablo Solarz, y el delicado manejo de cámara de Carlos Sorin, recoge todos estos relatos y los va entrelazando, porque al fin y al cabo tienen algo en común, tres historias que convergen en la ciudad de San Julián. La primera y personalmente más conmovedora es la de Don Justo, un anciano ya retirado que quiere pasar sus pocos días al lado de su hijo, al cual le deja su antigua tienda, pero como suele suceder a su edad, es subvalorado y maltratado por su gente cercana, pero que está lleno de vida y sabiduría, este es el punto de giro que lo motiva a probar sus botas y aventurarse por la anchura de la Patagonia en busca del perdón y la reconciliación con lo suyo, “mala cara” su perro. No menos interesantes son las otras dos historias, la de María Florez, y su pequeña hija, que por su poca capacidad de visión, se deja absorber por el peligroso y oscuro mundo de la televisión, y los concursos televisivos que a pesar de que este film se estrenó en el 2002, en nuestro país (Colombia) nos sigan invadiendo con esas propuestas tan pobres; -muchas veces cuestionadas por Sorin durante el transcurso de la trama-, y el Agente de ventas viajero, que mientras llega a su frustrante destino, nos divierte tratando de redecorar su torta, -la misma que ocupa la mayor parte del Poster del film-, y en todos esos encuentros de los personajes principales, es dónde la historia coge color, y vida.
A
diferencia de muchas de las producciones Argentinas que suceden la mayoría de
las veces en espacios muy urbanos, “historias mínimas” nos muestra la magnitud
del paisaje de la Patagonia Austral, una vasta planicie cubierta de yerba seca
dónde el viento y el clima castigan todo sin piedad, y ante semejante grandeza
a veces nos quedamos sin aire perdiendo toda esperanza de llegar hasta el fin
del mundo; solo se respira ambiente de soledad, la misma que vemos en los
silencios y las miradas , y que se va marcando en el transcurso de la historia
a través de sus 3 personajes en los cuales queda sólo el vació, porque todo el tiempo
estuvieron corriendo detrás de unas ilusiones inventadas o tal vez no, para
poder salir de la monotonía de sus vidas.
Y eso se percibe en los primeros 3 o 4 minutos de iniciar el film, en plano
general vemos la pequeñez que trasmite la vecina de María en medio de la vasta
llanura Argentina, y al mismo tiempo el director nos devela que se trata de una road movie con una
subjetiva en plano secuencia de piso de
la amiga de María caminando a través de
la línea del ferrocarril. Por más momentos amargos y a veces sórdidos que se
experimentan en el film, Carlos Sorin lo que verdaderamente consigue es
alejarnos de la amargura por medio de una aventura llena de cordialidad,
honestidad, y respeto sobre todo a través de los constantes encuentros de los personajes
principales con algunos secundarios, logrando transformar la desesperanza en
una verdadera comedia, porque de eso se trata este viaje, “¡el viaje de la vida!,…
una verdadera comedia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario